El despertar del campo

Siempre he oído decir que toda tragedia tiene su lado bueno, pero me resultaba muy difícil de creer.
Esta pandemia del Coronavirus está siendo horrible y más que lo va ha ser en los próximos meses espero que pronto elaboren la vacuna, pero desde luego, la devastación económica que nos espera parece inevitable. No quiero que se mal interpreten mis palabras, pues no creáis que a nosotros no nos afecta. Mi granja aún no produce, solo come; y mi familia dependen enteramente del sector servicios que se viene a bajo por minutos.
Pero está mañana, como siempre, he salido al campo para sacar a mis ovejas y cabras un ratito al sol. Mi cabeza salia de casa discutiendo conmigo misma como llenar la nevera y los pesebres sin dejar de pagar al banco y sin arriesgar la salud de mi familia y del resto de la población. Imagino que como todos vosotros.

Pero cuan grata sorpresa ha sido ver el campo de Elche despertar conmigo. Campos abandonados tenían ahora familias podando y quitando malezas y me saludaban a lo lejos con un "Bon día i salud". Huertos reactivándose, niños paseando en bicicletas al sol, familias viviendo juntas de nuevo, haciéndose su pan, cultivando su huerto y recogiendo los huevos de sus gallinas. Muy gratamente sorprendida me pregunto, si esto es lo que nos había robado está sociedad de prisas en la qué vivimos. Y si es así, tal vez, y solo tal vez, este despertar del campo dure algo más de 15 días. Tal vez vuelva a tener valor lo realmente importante como la salud, la familia y la naturaleza. Pero tal vez es solo una ensoñación de una ilusa pastora en una mañana de Domingo.